agosto 26, 2013

Calidad de vida y Hábitat Saludable


El significado de la Arquitectura y el rol del Arquitecto(a) en la promoción de la salud.

La arquitectura es indefinible en pocas palabras. Engloba desde estudio, enseñanza, cultura, tendencias, sociedad, variables hasta historia y muchos más aspectos. Nos rodea donde quiera que vayamos, nos forma como personas en cierto modo e influye en forma directa en nuestra manera de comportarnos y relacionarnos con otros seres humanos.

La arquitectura no es el diseño de un solo proyecto. No es la mera construcción de un diseño dentro de los márgenes de un lote. Más bien es el espacio condicionado para el desarrollo de las actividades de una persona o un grupo de individuos, más allá de los límites de una parcela. El diseño arquitectónico debe y puede ser una extensión del lenguaje de determinada tipología habida en un lugar específico, que les permita a sus usuarios relacionarse con el entorno de manera natural.

Así pues, nos demos cuenta o no la arquitectura tiene un impacto en nuestra forma de ser e incluso en nuestra salud. El simple hecho de establecer una sombra natural o no en un lugar caluroso o muy soleado brinda al usuario del espacio un sentimiento de comodidad que claramente es reflejado en su estado de ánimo, su respuesta en la permanencia en dado sitio y sí, en su salud. De igual manera,  estar rodeados de zonas verdes le da a nuestros pulmones un descanso del aire contaminado de la ciudad, que si bien no es completamente limpio al menos nos da una idea de estar respirando un aire más fresco. Este es un ejemplo que pone de manifiesto la relación tan conexa entre la arquitectura y la psicología. Un diseño arraigado a al ecología nos brinda un sentimiento de paz con la naturaleza; al ser testigos de un equilibro –no necesariamente en el sentido literal de la palabra- entre espacios construidos y espacios naturales nos sentimos más comprometidos con el cuidado del medio ambiente, ya que el intercambio de aire fresco por protección se vuelve inconscientemente parte de nuestra ideología.

La asociación de grupos de personas de distintos orígenes, sea laboral, de lugar de procedencia o de familia tiene mucho que ver con la vinculación de espacios físicos. El poder estar en contacto por medio de espacios públicos cercanos con vecinos o colegas genera un ambiente de buenas relaciones, que incentiva el sentido de cooperación y alianza entre seres humanos. Así mismo el desenvolvimiento de estas relaciones en un entorno saludable aumenta las probabilidades de una mejor calidad de vida.

De la mano con el buen diseño arquitectónico, los usuarios de los espacios debemos comprometernos a fomentar y activar una buena educación sobre hábitos de salud. En los últimos años el diseño urbano ha encontrado como principal eje de ordenamiento el establecimiento de caminos para vehículos, y no para medios de transporte alternos, mucho menos se ha tomado como el verdadero protagonista al transeúnte, que debería en cualquier sociedad ser el condicionante esencial de la disposición de los espacios. Es por esta razón y por asuntos de cultura que las personas se desplazan en su mayoría en automóviles. Pero, ¿qué implicancia tiene esta costumbre sobre nuestra salud? Hoy por hoy se piensa en las 4 ruedas del vehículo como la forma de movilizarse por excelencia. Este fenómeno ha concluido en el desarrollo de enfermedades como la obesidad. Si a este factor le sumamos el desplazamiento en vehículo hacia una oficina donde igualmente se está sedentarios sin ejecutar ningún ejercicio, entonces el problema empeora. Es por esto que la arquitectura debe darnos opciones tanto para fomentar el caminar como principal medio transporte como espacios para recrearse en un hábito de ejercicio al aire libre, que además sea gratis. Pero para que las soluciones que encuentra el diseño de la arquitectura funcionen correctamente, los seres humanos deben tener una respuesta positiva al cambio.

Por otro lado, la tecnología aplicada a diseños arquitectónicos si bien nos facilita nuestras actividades también debería ser compuesta por elementos precusores de la salud. Con esto quiero decir que si determinado elemento me facilita el desarrollo de una acción, también deben existir otras formas en las que me obligue de cierta manera a hacer ejercicio.

Todas estas variables del diseño deben partir del hecho de que como seres humanos tenemos algo en común: el espacio. El espacio que habitamos, que es el mismo en que nos movilizamos y nos relacionamos. Sin embargo, no todas las personas tenemos condiciones físicas iguales. He ahí la complejidad del compromiso de la arquitectura para con todas las personas a las que esta les sirve. Una persona en silla de ruedas no está en capacidad de usar una baranda a la altura que está dispuesta para una persona que camina. Una persona de contextura gruesa no podría ocupar un asiento de un parque que esté hecho a la medida de una persona con una contextura promedio. Un anciano no podrá caminar una distancia equivalente a la que camina una persona de edad adulta de un punto A a un punto B. Lo mismo con niños, personas ciegas, etc. Entonces es ahí donde el diseño de espacios públicos debe poder amoldarse estrictamente al uso de todas las personas que forman parte de una comunidad, lo cual conlleva una mejor calidad de vida a las personas usuarias y un riesgo menor de abandono de los espacios públicos.

agosto 20, 2013


Ejercicio TEX No. 2 Espacio Positivo / Negativo
   Primer intento. 
Observaciones del profesor: Resaltar mas las manchas de sombra y no tanto el dibujo en sí.